
Una vez más, traigo hoy un cuadro personalizado. Bueno, mejor dicho, un bastidor personalizado. Y una vez más el resultado final ha discurrido por otros derroteros bien distintos a los que imaginaba al principio.
Este proyecto, por increíble que os parezca, debería haberlo terminado y entregado en septiembre, pues pretendía ser el regalo de cumpleaños de una compañera de trabajo que los hace el día 17 de ese mes (cuatro días después que yo 😋😋). Pero, no acababa de encontrar el estilo que quería para este proyecto, así que hasta febrero no salió a la luz, y aunque ya lo compartí en Instagram en su día, se me había olvidado enseñároslo aquí.
Este proyecto, por increíble que os parezca, debería haberlo terminado y entregado en septiembre, pues pretendía ser el regalo de cumpleaños de una compañera de trabajo que los hace el día 17 de ese mes (cuatro días después que yo 😋😋). Pero, no acababa de encontrar el estilo que quería para este proyecto, así que hasta febrero no salió a la luz, y aunque ya lo compartí en Instagram en su día, se me había olvidado enseñároslo aquí.