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Ay ke arte! He muerto y estoy en el cielo


Ay ke arte!


¿Conocéis esa sensación de vértigo y de mariposas en el estómago?, ¿esa especie de escalofrío que te recorre de arriba a abajo cuando te enamoras? Pues lo he vivido el pasado viernes a eso de las 20:30, y como siempre de casualidad.

Últimamente hay tantas casualidades en mi vida que quizá debería cambiar el nombre a este blog o incluso el mío, ¿qué opináis? jeje.

¿De qué nueva casualidad os hablo? Pues de la mejor noticia como scrapera, para mí un sueño cumplido: ¡Hay nueva tienda en mi ciudad y lo que es mejor... EN MI CALLE! ¿Se puede tener más suerte?

La descubrí, tras regresar de mi periplo de compras scraperas en la única tienda especializada que existía hasta ahora en mi ciudad. Nuevamente el destino o la casualidad, hizo que coincidiera con una amiga en el metro y subiéramos juntas hacia el barrio. Según me contó había quedado allí, junto a la salida del ascensor, uno de los puntos de encuentro más habituales, con otras dos amigas más (una de ellas tiene una niña de poquitos meses, para quien hice mi primer minialbum y único por el momento), así que estuve con ellas sólo un ratito, porque ardía en deseos de ponerme a scrapear, y esa fiebre creativa me corroe, convirtiéndome en huraña y extremadamente callada. Sí parece increíble, pero en la vida real, soy casi monosilábica. Mi timidez a veces me hace rayar en la mala educación, cosa que en la red no me suele suceder (me refiero a lo de no hablar casi).

En fin, me centro... las abandoné al poco rato, con intención de regresar a casa enseguida, pero claro si paso por mi librería favorita sin comprar un libro, eso es pecado mortal, así que compré la última novela de Marian Keyes (me encanta esa autora), [ INCISO: Creo que voy a tener que pedirle comisión a la buena de Keyes, porque llevo ya varios ejemplares regalados jeje],  para obsequiárselo a una amiga por su cumpleaños, junto a alguno de los detallitos handmade que tenía intención de elaborar.

Sea como sea,  otra nueva casualidad hizo que regresara a casa por otra ruta distinta a la "habitual", llevándome la mejor sorpresa posible:
¿Qué ven mis ojos?¿Y esto? A mí esta tienda no me suena de nada, estoy segura de que no estaba aquí antes. ¡Uy, si ese maniquí parece perfecto para scrapear!, ¿Y esta tienda de qué es? Pero si se llama "Ay, ke arte!". Esto me huele a scrapbook en estado puro. ¿Será?, ¿no será?
Y alzo la vista hacia un letrero del escaparate de la derecha y corroboro que mi olfato no me ha fallado. ¡Adiós a deshojar margaritas con el sí y el no!, ¡Dios ha escuchado mis plegarias! ¡Tengo tienda de scrapbook en mi calle! ¡En mi calle! A sólo unos metros de mi casa. Y además, imparten talleres, y lo que es mejor: la chica de la tienda (aún no sé su nombre, cosa que prometo solucionar en breve), no me ha tomado por una asesina en serie fugada del frenopático, cuando he ejecutado esa extraña danza de la lluvia entre alaridos, exclamaciones de júbilo y saltitos. ¡Seré boba! Si me he emocionado tanto que me caen algunas lagrimillas. ¡Qué felicidad! Entre hipidos y alharacas mis ojos se posan con avidez depredadora en las estanterías: repletas de abalorios (mi cerebro retiene la información: ¡Guay, puedo comprar aquí material para mi bisutería!); utensilios de ganchillo (mi cerebro procesa esos datos con desmedida alegría, porque quizá eso signifique que impartan talleres de amigurumi... Y da orden para que mis dientes crezcan varios centímetros jeje).



Intercambio unas palabras con la chica que hay al fondo, scrapeando en su mesa, y que me invita a asistir al taller de la próxima semana, pero le explico que, como justo trabajo de tarde, no podré acudir. Ella se ríe, ante mis continuas exclamaciones de asombro. Me insiste con que el día 23, sábado, van a hacer unas patuchas. Sé que el 23 tengo algún evento, y que no voy a poder asistir, aunque mi memoria de pez, emborrachada por la felicidad de este descubrimiento, me impide recordar qué es eso tan importante del sábado. ¿En serio me voy a perder los dos talleres? No quiero que esas dos pequeñas decepciones empañen el momento, así que me obligo a permanecer en mi burbuja de felicidad. Apenas estoy unos instantes en la tienda, porque la verdad es que no quiero que la chica me niegue la entrada, en ocasiones futuras, por desórdenes públicos, en vista del espectáculo tan deplorable del que ha sido testigo, y porque imagino que, por más que esté entretenida rematando un mini para el taller que organiza la semana próxima, tal y como me explica ilusionada, deduzco que estará a punto de cerrar. De todos modos, es tiempo suficiente para sentirme como una vil traidora confesándole mis penurias para encontrar material de scrap, y mucho más al escuchar su respuesta a mi pregunta de "¿Habéis abierto hace poco, verdad?", "Llevamos dos meses", me dice. Y sus palabras se me clavan como un puñal. ¿Puede ser posible, que mi vida sea tan aburrida y rutinaria que no me haya enterado hasta hoy de la existencia de este paraíso terrenal? Pero si he estado anteayer justo enfrente enviando un paquete postal; y el otro día pasé por la acera de enfrente camino a...; y el otro día cuando llevé el coche al taller; y...  Nada, que no tengo coartada: soy culpable de ignorancia supina y de ir acelerada a todas partes. Así que sin compra alguna por mi parte, porque me acabo de gastar la friolera de algo más de 86 euros en material de scrap en la otra tienda, vuelvo medio flotando hacia mi casa. Tras la promesa más fácil que ha salido de mis labios jamás: "nos vemos".

Por el camino debo de llevar una sonrisa estúpida en la cara, porque todo el mundo me mira . Por eso o porque alguno de mis granos acaba de hacer su aparición estelar en mi cara, tras meses de feliz abandono del hogar conyugal (el acné y yo formamos un extraño matrimonio).

Entro como un huracán en casa; saludo a mi madre mientras me descalzo; corro hasta mi habitación, me desvisto y me pongo el pijama, dejo las cosas que he comprado sobre mi cama; y a continuación bato mi propia marca llegando como una exhalación a la sala, frente a mi portátil, para conectarme a internet e investigar, por supuesto, si tienen blog, Facebook, etc, y contaros todo esto. Y sí... ¡Bingo! Tienen blog y Facebook.

Ahora mi nuevo objetivo pasa a ser: hablar con la chica, en algún sitio he sabido que se llama Naiara Ordorika, y pedirle permiso para hacer unas fotos de su tienda y colgarlas en mi blog para darla a conocer. Tendré que aguardar todavía, me temo. Mientras tanto, para que la espera no os resulte muy larga, os propongo dos visitas que creo que os pueden interesar:

  • Por una parte, quiero que conozcáis la propuesta de este mes de mayo para nuestro desafío de scrap. En el que me encantaría teneros participando.
  • Por otra, sería un honor que decidieseis seguirme a través de Google Friend Connect o en cualquiera de mis redes, por supuesto, pero es que los que me sigáis desde ese gadget de Blogger, tenéis acceso a un sorteo con muchos regalos, porque ya somos más de 75.
¿Os gustan mis dos propuestas? Me apetece un montón poder ver más participantes en el desafío y contar con más participantes para el sorteo. ¿Os animais? Un besazo.


NOTA: Hace unos días he cambiado de dominio. Ahora es sin blogspot. Si me tenéis en vuestra lista de lectura, tendréis que modificarlo. Perdonad las molestias.

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16 comentarios

  1. Pero.... Rebeca que aventuras te pasan cuando vas a comprar y cuanto me haces reír por la forma en que lo cuentas y como te lo tomas, me estaba imaginando tu cara de sorpresa mirando hacia el cartel de la tienda y luego dentro embobada mirando todo y queriendo abarcar todo para no perder detalle y es comprensible yo también reacciono de esa manera cuando veo alguna tienda de manualidades nueva.
    Por cierto desde la entrada anterior tengo problemas para que me salga reflejada en los blos que sigo hoy me ha pasado lo mismo y solo me pasa con tu blog, no importa por que como tienes día fijo para publicar y ya lo se, entro a tu pagina principal y arreglado.
    Un beso

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    1. Pues seguro que has acertado con mi cara jeje. Lo otro se me ocurre que sea porque he cambiado el dominio y ahora es sin "blogspot". Lo cambié justo en la entrada anterior. Gracias por ese apunte añadiré esa información en algún popup o similar. Un besazo.

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  2. Tus aventuras siempre me entretienen por cómo las cuentas, continúa con ellas, besos

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    1. Gracias, Abril, la verdad es que me ciño a mi reacción real, pero si ello os arranca una sonrisa, mejor que mejor jeje. Un besazo y feliz fin de semana.

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  3. Y tu estás segura de que eso es una buena noticia?? A priori yo también estaría saltando de alegría pero después... mi economía seguro que no estaría tan de acuerdo con ese entusiamo!!! jajajaja.... menuda perdición nena!!! Un besote... Noe

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    1. La verdad es que tenéis razón sí... Puede ser un poco peligroso para mi bolsillo jeje. Pero es que es tan bonito todo lo que tienen.

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  4. jajaja que feliz se te ve con el nuevo descubrimiento!!! =P

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    1. Fue una auténtica sopresa y creo que pocas veces he sentido esa felicidad absoluta. Un besazo, guapi.

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  5. Jajajajajajjaajj!!!! Cómo me he reído con tus aventuras... eres genial, Rebeca!!!! Me alegra un montón que hayas encontrado una tienda en tu calle....wowwww, qué suerte!!!!
    Pues nada, seguro que en breve podrás asistir a alguno de sus talleres y seguro, seguro, que os vais a llevar genial....
    Un besazo enorme, guapísima: muaccccccc!!!!!!

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    1. Va a ser estupendo sí, lo que pasa es que por fin he encontrado piso y hacia septiembre o así escrituro, con lo cual, voy a estar un poquito más lejos de este maravilloso rincón scrapero que acabo de descubrir, y un poco achuchadilla de dinero al principio, pero vamos que la alegría del descubrimiento y del piso no me la quita nadie jeje. Un besazo.

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  6. Te comprendo perfectamente!!! Cuando me mudé abrieron una tienda de scrap a 3 minutos de mi casa y me pasó exactamente lo mismo que a ti... Mi marido vio el espectáculo que monté (danza y saltos incluidos) y por suerte no se ha divorciado de mi (todavía ^^')

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    1. Veo que no soy la única en sentirse así jeje. Me alegra descubrir que no soy tan rara. Un besazo.

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  7. Oleeee, que suerte jajaja. Me alegro por ti !!
    Un besico.

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    1. Me siento afortunada. Es como cuando el pirata encuentra un cofre lleno de monedas de oro je je. Un besazo.

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  8. Jajaja, te he imaginado en la tienda de manualidades con los ojos como platos y me he reído un montón :) Mi "tienda de scrap" más cercana está a 20km... (en realidad es una papelería con cuatro cosas carísimas de scrap) así que compro casi todo el material online.

    Hace unos años también era fan de Keyes... sus libros son divertidísimos! Besos

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    1. Madre mía y yo me quejo... Por cierto, creo que has descrito a la perfección mi comportamiento al entrar en la tienda.

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